“Contexto económico y social” según OIT: los indicadores de trabajo decente deberían tener en cuenta el contexto de la situación social y económica de los países, de modo que puedan identificarse los factores que obstaculizan o promueven el progreso hacia el trabajo decente. Resulta necesario contar con indicadores para medir, por ejemplo, el crecimiento de la productividad laboral (que es un factor determinante del incremento de los salarios), la inflación (una inflación elevada reduce el poder adquisitivo de los salarios y puede tornar inviables las empresas), la educación y el desarrollo de las calificaciones profesionales (las calificaciones profesionales y las capacidades de los trabajadores constituyen un factor determinante de la productividad), y la desigualdad de los ingresos (la justicia social constituye un requisito previo de la estabilidad, el desarrollo de empresas sostenibles y el crecimiento económico).

Fuente: OIT